Venus no solo es rocoso como la Tierra, ahora se ha descubierto que una nube gigante ha perdurado por 35 años.
Venus a menudo se conoce como el planeta hermano más caliente y siniestro de la Tierra. Los dos planetas pueden ser similares en tamaño, masa y densidad, pero Venus es mucho más intenso.
Aunque es el segundo planeta más cercano al Sol, Venus es en realidad el planeta más caliente de nuestro Sistema Solar. La atmósfera de Venus está compuesta principalmente de dióxido de carbono, y su superficie es extremadamente seca.
Los científicos descubrieron recientemente otra característica de este mundo infernal: una nube gigante ha estado al acecho sobre el planeta durante los últimos 35 años sin ser detectada.
En 2016, Akatsuki de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA, por sus siglas en inglés), que ha estado orbitando Venus durante casi 10 años, vio por primera vez lo que parecía ser una onda atmosférica que se extiende sobre el abrasador planeta caliente. Las observaciones de seguimiento del extraño fenómeno se llevaron a cabo utilizando la Infrared Telescope Facility de la NASA en Hawaii, probando las capas medias e inferiores de la atmósfera de Venus.
Pedro Machado, investigador del Instituto de Astrofísica e Ciencias del Espacio (AI) en Portugal, y uno de los autores detrás del nuevo estudio, dijo en un comunicado:
“Si esto sucediera en la Tierra, sería una superficie frontal a escala del planeta, y eso es increíble”.
La nube gigante se extendió hasta 7.560 kilómetros a través del ecuador en altitudes entre 48 y 56 kilómetros sobre la superficie. Otras observaciones revelaron que esta nube ha estado «furiosa» desde 1983, deslizándose por todo el planeta en solo cinco días a una velocidad de 329 kilómetros por hora.
Nube gigantesca en Venus
Una nube de esta magnitud nunca antes se había observado en el Sistema Solar. El equipo de investigadores detrás del descubrimiento creó simulaciones por computadora del fenómeno atmosférico, pero el mecanismo que lo inició y lo mantuvo durante los últimos 35 años sigue siendo desconocido.
Se han encontrado diferentes ondas atmosféricas en Venus antes, a saber, la ‘onda Y’ en forma de arco que se extendió a más de 10.000 kilómetros de largo, pero esta es la primera que se descubre en altitudes bajas.
Esta región del planeta es donde Venus atrapa el calor y es responsable de las altas temperaturas del planeta. La densa atmósfera de Venus atrapa el calor de la misma manera que los gases de efecto invernadero en la Tierra, por lo que Venus también sirve como una mirada misteriosa sobre el futuro de nuestro planeta.
Las temperaturas en Venus alcanzan los 870 ° F, lo suficientemente caliente como para derretir el plomo.
Por lo tanto, al observar esta nube gigante, los científicos podrían comprender mejor la atmósfera de Venus y su interacción con la superficie del planeta.
Javier Peralta, investigador de JAXA y autor principal del nuevo estudio, dijo en un comunicado:
“Esta alteración atmosférica es un fenómeno meteorológico nuevo, no visto en otros planetas. Debido a esto, todavía es difícil proporcionar una interpretación física segura. Pero no tenemos dudas de que sus efectos cíclicos sobre las propiedades de las nubes y la distribución de aerosoles atmosféricos son piezas clave que faltan para completar el complejo rompecabezas de Venus”.
Los astrónomos realizarán más observaciones de la nube gigante con la esperanza de comprender mejor el mecanismo que rige su ciclo. Sin embargo, creen que puede ser la manifestación física de una onda atmosférica tipo Kelvin. Las ondas Kelvin son un tipo de ondas de gravedad atmosférica.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en un estudio publicado esta semana en Geophysical Research Letters.
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Fuente: divulgacao.iastro.pt / NASA