El hallazgo reciente de un cráter en Marte ha sugerido que el planeta rojo pudo haber sido helado pero con deshielos ocasionales.
Un extraño cráter de Marte podría ofrecer una nueva posibilidad sobre cómo era el antiguo planeta rojo.
La historia antigua de Marte interesa a los científicos porque si el árido planeta alguna vez fue cálido y húmedo, puede haber sido habitable para la vida. Un nuevo estudio sobre un cráter marciano sin nombre sugiere una nueva posibilidad sobre el pasado de Marte.
Una nave espacial que orbitaba Marte capturó imágenes increíbles del suelo calloso de un cráter ubicado en las tierras altas del sur de Marte. Este cráter de 54 km de ancho se remonta a hace 4.1 a 3.7 mil millones de años en el período de Noé, cuando Marte pudo haber sido mucho más cálido y pudo haber albergado masas de agua y hielo, ingredientes que son clave para la vida conocida.
En un nuevo estudio, los científicos de la Universidad de Brown observaron las crestas peculiares y las características geológicas de este cráter que eran visibles en las imágenes del Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA.
Según su artículo, publicado el 12 de marzo en la revista Planetary Science Journal, el equipo notó que estas formaciones son diferentes de las que se encuentran en otros cráteres. Si bien todos los cráteres en el alcance de su análisis comparativo tenían signos de que el agua fluyó una vez dentro de ellos, el cráter sin nombre no mostró signos de que el agua rompiera la pared del cráter para ingresar. Tampoco hubo evidencia de que el agua subterránea fuera la fuente de las crestas dentro del cráter, encontraron.
Esto desconcertó al equipo, y llegaron a una explicación fascinante: la fuente del agua líquida era un glaciar que se derritió de arriba hacia abajo.
Hay pocas dudas de que el clima marciano alguna vez fue más cálido y húmedo que el desierto helado que es hoy el planeta. Lo que es menos claro, sin embargo, es si Marte tuvo un clima similar al de la Tierra con un flujo continuo de agua durante milenios, o si fue mayormente frío y helado con períodos fugaces de calor y deshielo.
Este hallazgo tiene implicaciones más allá de este cráter individual. Para que este glaciar exista en primer lugar, es posible que Marte no haya sido continuamente balsámico durante el período de Noé. En cambio, pudo haber sido un lugar gélido poblado por muchos otros glaciares, y el agua líquida que deja sus huellas digitales en muchos lugares del Planeta Rojo podría provenir del deshielo que se formó después de breves momentos de calentamiento planetario.
Los autores del estudio escribieron:
“Esta [explicación] favorecería un clima de Noé más frío, potencialmente subcongelador con solo un calentamiento transitorio. Algunos estudios de modelado del clima global apoyan las temperaturas ambientales de Noé muy por debajo del punto de congelación … con glaciación basada en el frío que ocurre en las tierras altas del sur … Actualmente se debate la naturaleza del clima marciano de Noé”.
Misiones como el rover Perseverance de la NASA pueden encontrar pistas que continúen el discurso sobre el antiguo pasado de Marte. Sin embargo, el tipo de lago descrito en este estudio es bastante diferente del cráter Jezero, donde Perseverance está explorando actualmente.
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