Una anomalía enorme y creciente presente en el campo magnético de la Tierra está ahora siendo rastreada por NASA.
La NASA está monitoreando activamente una extraña anomalía en el campo magnético de la Tierra: una región gigante de menor intensidad magnética en los cielos sobre el planeta, que se extiende entre América del Sur y el suroeste de África.
Este vasto fenómeno en desarrollo, llamado Anomalía del Atlántico Sur, ha intrigado y preocupado a los científicos durante años, y quizás a ninguno más que a los investigadores de la NASA. Los satélites y las naves espaciales de la agencia espacial son particularmente vulnerables a la fuerza del campo magnético debilitado dentro de la anomalía y la exposición resultante a las partículas cargadas del Sol.
La Anomalía del Atlántico Sur (SAA, por sus siglas en inglés), ha sido comparada por NASA con una «abolladura» en el campo magnético de la Tierra, o una especie de «bache en el espacio», generalmente no afecta la vida en la Tierra, pero no se puede decir lo mismo de las naves espaciales orbitales (incluida la Estación Espacial Internacional), que pasan directamente a través de la anomalía mientras giran alrededor del planeta a altitudes bajas de la órbita terrestre.
Durante estos encuentros, la fuerza reducida del campo magnético dentro de la anomalía hace que los sistemas tecnológicos a bordo de los satélites pueden provocar un cortocircuito y un mal funcionamiento si son golpeados por protones de alta energía que emanan del Sol.
Posibles daños a naves espaciales
Estos impactos aleatorios generalmente solo producen fallas de bajo nivel, pero conllevan el riesgo de causar una pérdida significativa de datos, o incluso daños permanentes a componentes clave, amenazas que obligan a los operadores de satélites a apagar rutinariamente los sistemas de naves espaciales antes de que las naves entren en la zona de anomalía.
Mitigar esos peligros en el espacio es una de las razones por las que la NASA está rastreando la SAA; otra es que el misterio de la anomalía representa una gran oportunidad para investigar un fenómeno complejo y difícil de entender, y los amplios recursos y grupos de investigación de la NASA están excepcionalmente bien designados para estudiar la ocurrencia.
Terry Sabaka, geofísico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, dijo en un comunicado:
“El campo magnético es en realidad una superposición de campos de muchas fuentes actuales”.
Se considera que la fuente principal es un océano arremolinado de hierro fundido dentro del núcleo exterior de la Tierra, a miles de kilómetros por debajo del suelo. El movimiento de esa masa genera corrientes eléctricas que crean el campo magnético de la Tierra, pero no necesariamente de manera uniforme, al parecer.
Un enorme reservorio de roca densa llamada African Large Low Shear Velocity Province, ubicado a unos 2.900 kilómetros por debajo del continente africano, perturba la generación del campo, lo que resulta en un dramático efecto de debilitamiento, que se ve favorecido por la inclinación del campo magnético del planeta.
Weijia Kuang, geofísico y matemático en Goddard de la NASA, dijo en un comunicado:
“El SAA observado también se puede interpretar como una consecuencia del debilitamiento del dominio del campo dipolo en la región. Más específicamente, un campo localizado con polaridad invertida crece fuertemente en la región SAA, lo que hace que la intensidad del campo sea muy débil, más débil que la de las regiones circundantes”.
Nuevos datos de la anomalía
Si bien hay mucho que los científicos aún no comprenden completamente sobre la anomalía y sus implicaciones, nuevos conocimientos arrojan luz continuamente sobre este extraño fenómeno.
Por ejemplo, un estudio dirigido por la heliofísica de la NASA, Ashley Greeley en 2016 reveló que la SAA se está desplazando lentamente en dirección noroeste.
Sin embargo, no se trata solo de moverse. Aún más notable, el fenómeno parece estar en proceso de dividirse en dos, y los investigadores descubrieron este año que el SAA parece estar dividiéndose en dos células distintas, cada una de las cuales representa un centro separado de mínima intensidad magnética dentro de la anomalía mayor.
Aún se desconoce qué significa eso para el futuro de la SAA, pero en cualquier caso, hay evidencia que sugiere que la anomalía no es una nueva apariencia.
Obviamente, quedan grandes interrogantes, pero con tantas cosas sucediendo con esta enorme rareza magnética, es bueno saber que la agencia espacial más poderosa del mundo lo está observando tan de cerca como ellos.
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Fuente: nasa