Investigación revela que África se está dividiendo en dos continentes. Producto de estos cambios, dentro de 5 a 10 millones de años, un nuevo océano podría atravesar el continente y convertir África Oriental en una isla.
África se está partiendo en dos, lenta pero inexorablemente. Como todo en geología, se trata de un proceso extremadamente largo que durará millones de años, pero que acabará por separar parte de África Oriental del resto del continente, lo que probablemente dará lugar a un nuevo océano entre las dos masas de tierra.
La colosal ruptura está asociada al Rift de África Oriental, una de las mayores grietas del mundo que se extiende hacia abajo a lo largo de miles de kilómetros atravesando varios países de África, como Etiopía, Kenia, la República Democrática del Congo, Uganda, Ruanda, Burundi, Zambia, Tanzania, Malawi y Mozambique.
Este sistema de grietas significa que la placa africana se está dividiendo en dos placas -la placa Somalí, más pequeña, y la placa Nubia, más grande- que se están alejando la una de la otra a un ritmo de caracol superlento de milímetros al año, según un estudio de 2004.
Ya en 2018, la noticia de la aparición de una grieta en Kenia se hizo viral y muchos afirmaron que se trataba de una prueba de que África se estaba partiendo en dos ante nuestros ojos. Si bien esta sorprendente escena estaba relacionada con el Rift de África Oriental, es un poco engañoso presentarla como evidencia en vivo de la gran división de África.
África se divide y un nuevo océano nace
Dentro de otros 5 a 10 millones de años, los cambios en el Rift de África Oriental podrían dar lugar a un mundo de aspecto drásticamente diferente. Alrededor de ese plazo, es probable que veamos formarse un nuevo océano entre la placa Somalí y la placa Nubia. El gran continente africano perderá su hombro oriental y un vasto mar aislará África oriental.
Por extraño que pueda parecer, conviene recordar que la superficie de la Tierra se encuentra en un estado de flujo constante; sólo que es tan lento que la experiencia humana no puede dar cuenta de ello.
La aparición del mundo tal y como lo conocemos es relativamente nueva. La tierra y el mar que vemos hoy -Eurasia, América, África, Antártida y Oceanía- son el resultado de vastas placas tectónicas que encajan como un rompecabezas. Sin embargo, estas piezas se mueven muy lentamente en una escala temporal de millones de años.
Basta pensar en la división que sufrió la Tierra hace unos 138 millones de años, cuando América del Sur y África se separaron. Si observamos la costa occidental de África y la costa oriental de Sudamérica, nos daremos cuenta de que encajan como dos piezas de un rompecabezas, lo que pone de manifiesto que estos continentes estuvieron unidos en un tiempo.
La desaparición de África Oriental no será más que otra página de este gigantesco libro de cuentos geológicos. Quién sabe si la humanidad estará presente para ver alguno de estos cambios, pero no parece demasiado esperanzador.
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