Un grupo de radioastrónomos han descubierto cientos de estructuras largas y delgadas que emanan del agujero negro supermasivo de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Astrónomos han descubierto cientos de extrañas estructuras similares a cuerdas en el centro de nuestra galaxia, que posiblemente trazan la violenta trayectoria de una antigua erupción de un agujero negro.
Según un nuevo estudio publicado el 2 de junio en The Astrophysical Journal Letters, cada uno de estos “filamentos” desconocidos hasta ahora mide entre 5 y 10 años-luz de longitud -miles de veces la distancia entre el Sol y Plutón-, pero sólo es visible en longitudes de onda de radio, lo que significa que las estructuras se crearon probablemente por ráfagas de partículas de alta energía invisibles a simple vista.
Vistos en conjunto, los cientos de filamentos crepitantes parecen apuntar directamente al agujero negro supermasivo central de nuestra galaxia, lo que sugiere que podrían ser las cicatrices no cicatrizadas de un antiguo estallido de un agujero negro de alta energía que desgarró las nubes de gas circundantes.
Farhad Yusef-Zadeh, autor principal del estudio y profesor de Física y Astronomía en la Universidad Northwestern de Illinois, dijo en una declaración:
“Fue una sorpresa encontrar de repente una nueva población de estructuras que parecen apuntar en dirección al agujero negro.
Realmente me quedé atónito cuando los vi (…) y descubrimos que estos filamentos no son aleatorios, sino que parecen estar ligados al flujo de salida de nuestro agujero negro”.
Estructuras que salen del agujero negro central de la Vía Láctea
El agujero negro supermasivo central de la Vía Láctea, apodado Sagitario A* (o Sgr A*), es un monstruo cósmico con más masa que 4 millones de soles. Su intensa atracción gravitatoria mantiene unida nuestra galaxia, pero su monstruoso apetito también ha provocado algunos casos graves de indigestión interestelar.
En anteriores observaciones radioeléctricas de Sgr A* realizadas por el equipo de Yusef-Zadeh se detectaron enormes burbujas de energía que se elevaban a 25.000 años luz por encima de cada lado de las fauces del agujero negro, así como unos 1.000 filamentos de radio verticales en forma de hebra que emanaban de Sgr A* como las cuerdas de un inmenso arpa. Yusef-Zadeh ha sugerido que estos dos misteriosos fenómenos se debieron probablemente a un antiguo estallido del agujero negro de nuestra galaxia.
Para detectar la nueva cosecha de filamentos de radio horizontales, los investigadores mejoraron las observaciones recientes del telescopio MeerKAT del Observatorio Radioastronómico Sudafricano -un conjunto de 64 antenas de radio interconectadas en Sudáfrica- y redujeron el ruido de fondo de las fuentes de energía cercanas. Las imágenes resultantes mostraron que los nuevos filamentos son tan delgados como el bosque de filamentos verticales descubierto anteriormente. Sin embargo, estos nuevos filamentos de energía parecen irradiar desde un solo lado de Sgr A*, mientras que los descubiertos anteriormente se alinean por todo el centro galáctico.
Además, las estructuras recién descubiertas son mucho más cortas que sus homólogas verticales y su número es mucho menor. A pesar de estas diferencias cosméticas, los investigadores sospechan que las estructuras recién descubiertas fueron creadas por una erupción similar de energía procedente del agujero negro central de nuestra galaxia que pudo ocurrir hace unos 6 millones de años, según estima el equipo.
Yusef-Zadeh concluye:
“Parece ser el resultado de la interacción de ese material con objetos cercanos”.
Yusef-Zadeh agregó que su equipo debe realizar nuevas observaciones de radio para “desafiar continuamente nuestras ideas y afinar nuestro análisis” de la violenta vida pasada del monstruo del centro de nuestra galaxia.
El estudio científico ha sido publicado en The Astrophysical Journal Letters.
Imagen de portada: Farhad Yusef-Zadeh/Northwestern University
Vía: livescience
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