El Círculo Polar Ártico sufre un apagón radioeléctrico debido a la absorción del casquete polar por la actividad solar.
Según el Space Weather Prediction Center de la NOAA, las frecuencias de radio por debajo de 15 MHz están casi totalmente apagadas y la mayoría de las frecuencias por debajo de 35 MHz están al menos un poco degradadas.
Este evento de absorción del casquete polar (PCA) se está produciendo como resultado de una eyección de masa coronal que tuvo lugar el 7 de mayo y que ahora está colisionando con nuestro planeta.
Las eyecciones de masa coronal, o CME, son enormes penachos de plasma solar y campo magnético que fueron expulsados del Sol durante periodos de actividad magnética. Viajan por el espacio a gran velocidad (hasta 1 millón de kilómetros por hora) y algunas de ellas llegan a la Tierra en 15 o 18 horas, mientras que otras tardan varios días. A veces, una CME también implica un evento de protones solares, en el que el Sol también escupe protones cargados.
Causado por una macha solar de polaridad invertida
Se cree que la CME de protones responsable de la actual absorción del casquete polar fue liberada el 7 de mayo por la mancha solar de polaridad invertida AR3296, que también emitió al mismo tiempo una llamarada solar de clase M1.5 de larga duración.
Los eventos de protones pueden provocar apagones de radio cuando chocan con la Tierra y nuestro campo magnético. Los eventos de absorción del casquete polar se producen cuando los protones de la CME son canalizados hacia los polos por el campo magnético, localizando los efectos del apagón de radio. En este caso, los protones chocan con los gases de la atmósfera, aumentando temporalmente la densidad en la ionosfera inferior, lo que provoca el bloqueo de la absorción de las señales de radio de onda corta.
Esto impide que las señales de radio lleguen a la ionósfera superior, en la que necesitan rebotar para viajar hasta su receptor.
Estos apagones pueden afectar a la aviación civil, ya que las comunicaciones de largo alcance con los aviones se degradan en grandes zonas remotas u océanos donde no hay redes de radio terrestres.
Mike Hapgood, científico especializado en meteorología espacial del laboratorio STFC Rutherford Appleton del Reino Unido, dijo en un comunicado:
“La alta frecuencia es un método primordial para que las aeronaves de estas zonas se comuniquen con el control del tráfico aéreo. Por ejemplo, los vuelos sobre el Atlántico Norte se comunicarán con los centros de control del tráfico aéreo oceánico proporcionados por Canadá, Islandia y Reino Unido/Irlanda.
Muchas aeronaves también disponen de comunicaciones por satélite de reserva, pero la alta frecuencia es obligatoria como parte de los procedimientos internacionales acordados. Los apagones de alta frecuencia pueden interrumpir esos enlaces, pero en general sólo durante unas decenas de minutos, por lo que la industria puede trabajar en torno a esa interrupción”. Estos cortes no afectarán al despegue ni al aterrizaje, ya que los aviones utilizarán entonces radioenlaces VHF de corto alcance”.
A medida que el Sol se acerca a su próximo máximo solar, previsto para 2025, se prevé un aumento de su actividad. Se han registrado veinticuatro ciclos solares completos desde que comenzaron las observaciones en 1755, siendo el actual el ciclo solar 25.
Vía: newsweek
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