Un equipo de investigadores han hallado neuroras “perfectamente conservadas” en un cerebro “horneado” debido a la erupción del volcán Vesubio hace aproximadamente 2.000 años.
A principios de este año, los científicos italianos detallaron el descubrimiento de tejido cerebral que se había convertido en un material vítreo negro por las temperaturas abrasadoras de la infame erupción del Vesubio en el año 79 d.C. Ahora, un nuevo estudio ha examinado en profundidad este increíble espécimen y ha descubierto la presencia de antiguas neuronas conservadas.
En un nuevo estudio, publicado hoy en la revista PLOS One, los investigadores dirigidos por el Dr. Pier Paolo Petrone de la Universidad Federico II de Nápoles informaron lo que afirman que podría ser el mejor ejemplo de tejido del sistema nervioso central preservado jamás descubierto en restos arqueológicos humanos. Utilizando microscopía electrónica de barrido y herramientas avanzadas de procesamiento de imágenes, el equipo estudió de cerca el cerebro vitrificado para descubrir una serie de estructuras distintas que parecen ser neuronas y axones “excepcionalmente bien conservados” de un cerebro y médula espinal humanos.
Dr. Pier Paolo Petrone, autor principal del estudio y antropólogo forense de la Universidad Federico II de Nápoles, dijo en un comunicado:
“El descubrimiento de un cerebro vitrificado fue realmente excepcional, pero el hallazgo en él de un sistema nervioso central completo compuesto por neuronas y axones fue absolutamente asombroso”.
Además de esto, también encontraron una serie de proteínas del tejido cerebral humano, lo que confirma que no se trata simplemente de una roca negra brillante al azar. Al identificar las proteínas específicas, el equipo incluso pudo obtener información sobre qué partes del cerebro se incluyeron en esta muestra.
El Dr. Petrone dijo:
“El análisis de este material vítreo negro mostró la preservación de varias proteínas altamente expresadas en las diversas partes del cerebro humano: corteza cerebral, ganglios basales, mesencéfalo, glándula pituitaria, amígdala, cerebelo, hipocampo, hipotálamo y médula espinal. Estos genes son excepcionalmente importantes para las funciones neuronales, ya que sus mutaciones se detectaron en pacientes con patologías cerebrales. Por ejemplo, MED13L, cuya proteína relacionada se encuentra en el cerebro vítreo, se encontró particularmente abundante en el cerebelo adulto y sus mutaciones se detectaron en pacientes con discapacidad intelectual”.
La erupción del Vesubio en el 79 d.C. es una de las erupciones volcánicas más notorias de la historia, que diezmó las ciudades cercanas de Pompeya y Herciulumen, dejando miles de víctimas humanas. Muchas de estas víctimas fueron enterradas en un manto de ceniza volcánica, lo que permitió a los arqueólogos verter yeso en las cavidades para revelar los contornos de los cuerpos y sus desafortunados últimos momentos de vida. Otras víctimas simplemente fueron aniquiladas por el abrasador calor volcánico, seguido de un rápido enfriamiento.
Para que el tejido cerebral se someta al proceso de vitrificación que se ve aquí, el tejido debe haberse quemado rápidamente a una temperatura abrasadora, tal vez tan alta como 520 ° C, y luego enfriado rápidamente. Los hallazgos arqueológicos similares son extremadamente raros, aunque el equipo comentó anteriormente que ocurrió un proceso similar para las víctimas del bombardeo de Dresde en la Segunda Guerra Mundial.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista PLOS One.
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