Un asteroide que gira a gran velocidad y orbita al mismo tiempo que la Tierra podría ser un trozo de luna. Ahora, los científicos creen saber exactamente de qué cráter lunar procede.
Un nuevo estudio, publicado el 19 de abril en la revista Nature Astronomy, concluye que el asteroide cercano a la Tierra 469219 Kamo’oalewa podría haber sido arrojado al espacio cuando una roca espacial de 1.6 kilómetros de ancho chocó contra la Luna, creando el cráter Giordano Bruno.
Según los investigadores del estudio, la reflectancia lumínica de Kamo’oalewa coincide con la de la roca lunar erosionada, y su tamaño, edad y giro coinciden con los del cráter de 22 km de ancho, situado en la cara oculta de la Luna.
China tiene previsto lanzar una misión de retorno de muestras al asteroide en 2025. Denominada Tianwen-2, la misión devolverá piezas de Kamo’oalewa unos 2.5 años después.
Bin Cheng, científico planetario de la Universidad de Tsinghua y coautor del nuevo estudio, declaró a Science:
“La posibilidad de un origen lunar añade una intriga inesperada a la misión [Tianwen-2] y presenta desafíos técnicos adicionales para el retorno de la muestra”.
Kamo’oalewa
Kamo’oalewa fue descubierto en 2016 por investigadores del Observatorio Haleakala en Hawaii. Tiene un diámetro de unos 30 a 60 metros, y gira a un ritmo rápido de una rotación cada 28 minutos. El asteroide orbita alrededor del Sol siguiendo una trayectoria similar a la de la Tierra, acercándose a veces a menos de 16 millones de kilómetros.
Estudios posteriores sugirieron que el espectro de luz reflejado por Kamo’oalewa era muy similar al reflejado por las muestras traídas a la Tierra por las misiones lunares, así como a los meteoritos que se sabe que proceden de la Luna.
Cheng y sus colegas calcularon primero qué tamaño de objeto y qué velocidad de impacto serían necesarios para expulsar un fragmento como Kamo’oalewa de la superficie lunar, así como el tamaño del cráter que dejaría tras de sí. Calcularon que el asteroide podría haber resultado de un impacto de 45 grados a unos 420.000 mph (18 kilómetros por segundo) y que habría dejado un cráter de 10 a 20 kilómetros de ancho.
En la Luna hay decenas de miles de cráteres de ese tamaño, pero la mayoría son antiguos, según explican los investigadores en su artículo.
Los asteroides cercanos a la Tierra suelen durar sólo unos 10 millones de años, o a lo sumo hasta 100 millones de años, antes de estrellarse contra el Sol o un planeta, o de salir despedidos por completo del sistema solar. Tras analizar los cráteres jóvenes, el equipo redujo la lista a unas pocas docenas de opciones.
Los investigadores se centraron en Giordano Bruno, que cumplía los requisitos de tamaño y edad. Descubrieron que el impacto que formó Giordano Bruno podría haber creado hasta tres objetos similares a Kamo’oalewa aún existentes. Esto convierte al cráter Giordano Bruno en la fuente más probable del asteroide, concluyeron los investigadores.
Cheng escribió en Twitter:
“Es como averiguar de qué árbol procede una hoja caída en el suelo de un inmenso bosque”.
La confirmación llegará cuando la misión Tianwen-2 traiga a la Tierra un trozo de Kamo’oalewa. Los científicos ya disponen de una muestra de lo que se cree que es eyecta del cráter Giordano Bruno en la muestra Luna 24, un trozo de roca lunar traído a la Tierra en una misión de la NASA en 1976. Comparando ambas, los investigadores podrían verificar el origen de Kamo’oalewa.
El estudio científico fue publicados en la revista Nature Astronomy.
Con información de LiveScience
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